Como verán, el virus del balón aún persiste en este que intenta escribir de nuevo; que intenta jugar dentro de esta ciudad de Hipernón. Espero no sea un diálogo de pies mudos con ustedes; lo cual me ausentaré lo menos posible, para que el juego sea divertido.
¡Sale!, iré merodeando el balón a ras de la cancha para ir calentando y soltando los músculos antes de iniciar el primer minuto de juego.