“Enseñar es siempre enseñar al que no sabe y quien no indaga, constata y deplora la ignorancia ajena no puede ser maestro; por mucho que sepa."
Fernando Savater.
(El valor de educar)
HAROLD BLOOM. Maestro newyorkino, crítico literario e intelectual canónico. Vela que ilumina la voluntad y los anhelos de lectores, porque nos permite conocer a través de su propuesta de lectura literaria como forma introductoria, los difíciles placeres de la vida; porque, como en la poesía, éste nos permite mirar las cosas de manera trascendental, encontrarnos, y a veces descubrimos que somos más profundos y extraños de lo que creíamos. Porque la poesía (continuado con la voz del maestro Bloom) puede ayudarnos a hablar más plena y claramente con nosotros mismos, y a oír, como de pesada esa conversación.
JESÚS (el hijo del carpintero). Maestro del amor, esencial en el acto de educar.
JORGE LUIS BORGES. Maestro de lenguaje magnético y seductor, que estructura su esfera literaria. Maestro de lenguaje culto, intelectual; con la hechura de la más alta finura de arte poético que todo poeta quisiera tejer. Magister del dibujo exacto y geométrico de lo que somos los humanos. Leer, por ejemplo, libros escritos en prosa como ficciones, el Aleph, otras inquisiciones, el libro de arenas, el poema suma, entre otros, es un gozo y un placer tener entre las manos esos mundos fundamentados en la aritmética del infinito para negar el tiempo, porque Dios lo es todo, y dejar en claro la constelación trazada del universo.
LA BIBLIA. Libro de origen hebreo, arameo y judío. Maestra, maestro universal en el conocimiento del mito de la creación del universo, las matemáticas, la problemática de la emigración, los fenómenos sociales, políticos históricos, geopolíticos, culturales, económicos, éticos, morales; la persistente violencia muy de nuestra humanidad y actualidad; la educación sensible y estética de la poesía, la filosofía.
LA BIBLIOTECA. Ciudad de los libros, de aventuras y prolongados viajes; odisea del conocimiento compartido donde se conoce a los grandes maestros.
LOS CIENTÍFICOS. Maestros de hombros gigantes sobres los cuales se amplifican los horizontes y clarifican los misterios del universo.
LOS FILÓSOFOS, como Platón y sus escritos. Dignos en la enseñanza sobre el amor y la muerte.
LOS POETAS. Maestros en el reconocimiento de la esencia ontológica, necesaria e indispensable en el constante dialogo con el otro.
MARCELINA VILLATOR. Vocación, pasión, responsabilidad, puntualidad, libertad de cátedra, o conocimiento de la profesión del maestro.
OCTAVIO PAZ. Excelente maestro, poeta y ensayista que, a partir de las lecturas de sus libros el lector recibe enseñanzas filosóficas, bajo el principio del intelectualismo y el criticismo. El primero, como forma de mediación del conocimiento humano que a lo largo de su existencia se ha movido en los extremos del racionalismo y el empirismo; el segundo, como forma de mediación de toda posibilidad de conocimiento, sólo que entre los extremos del dogmatismo y el escepticismo. Así sus textos poéticos como sus ensayos literarios sobre la poesía, el amor, el erotismo, el arte, la política, sobre la cultura; muestra el origen de una filosofía fuerte, que une, que fusiona, que es partidaria de la fraternidad entre el pensamiento y la experiencia.
Los textos pazianos tienen un valor educativo implícito para formarse una actitud crítica frente al mundo, ante la pomposidad de la modernidad. Un valor, incluso en su pensamiento político, sustentado también por una posición intelectual y crítica, a pesar que en su etapa última su pensamiento mediador era solo en un sentido, con el de la derecha, con los llamados neoliberalitas.
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